Estamos transitando la parte final del año 2016, con resultados dispares en materia económica, política e institucional del país.
En materia económica, si bien se ha podido ordenar y generar las condiciones para invertir, el crecimiento no se produce y el año terminará con una caída del PBI.
No obstante, es de destacar el comportamiento dispar observado en el sector agropecuario, con fuerte crecimiento en toda la actividad industrial que rodea al mismo, como ej. máquinas y equipos, insumos, vehículos propios del sector ( ej. camionetas ). Adicionalmente se espera una cosecha record en general, con una fuerte recuperación en la cosecha del trigo y maíz en particular.
El crecimiento antes expuesto, si bien en el presente mes ya tiene su impacto ( mayor movimiento por la cosecha del trigo en camiones, puertos, etc. ), la mayor incidencia se observará el próximo año.
El año 2017 es un año electoral, ergo no es de esperar una reducción del déficit como varios proponen, básicamente porque en materia social el punto de partida es muy grave, y las condiciones para ajustar no pueden darse en dicho contexto, porque el ajuste implica “ personas fuera del sistema económico “.
En esta línea de financiar, es obvio que el endeudamiento es finito, y desde el punto de vista fiscal no existe margen para incrementar los actuales niveles de cargas, salvo en aquellos que hoy no tributan. En este sentido hay que ser muy cuidadoso, y ver que actividad se grava sin tener un efecto contrario. Por ej. un gravamen al juego, no impacta en forma negativa en la economía como si lo haría un impuesto a la inversión en plazos fijos, dólar futuro, etc., como alternativas que se están manejando en el Congreso. Estas iniciativas provocarían una caída en los depósitos ( luego menos capacidad prestable en créditos, por ej. a Pymes ), el dólar futuro es una herramienta de cobertura por ej. en el sector agropecuario, es decir no hay que sumar incertidumbre en aquellos que están dispuestos a invertir, simplemente porque el nivel de inversiones que el país requiere es de magnitud.
En lo que a nivel de inflación se puede esperar, la tendencia marca que estará en un rango del 20%/25%, siempre y cuando no se generen ruidos políticos básicamente, o fuertes cambios a nivel mundial, a priori puede afectar más lo interno por sobre lo externo.
En función al nivel actual del Tipo de Cambio, y si al menos el ajuste acompaña al nivel de inflación, en promedio para el próximo año el valor será superior al esperado por el Gobierno, pero en valores y movimientos del mercado en rangos administrados por el BCRA ( se espera el ingreso de dólares por inversiones )
Se espera un año 2017 con una fuerte incidencia de la inversión pública, que influye directamente en un sector dinámico como lo es la construcción, mayor participación del sector agroindustrial en la economía, e inversiones privadas creciendo en sectores como energía, telecomunicaciones y construcción, impulsadas por los fondos cerrados creados a tal efecto producto del blanqueo de capitales.
Independientemente de las decisiones esperadas por los agentes económicos, espero en lo personal, Dios le de sabiduría a los funcionarios nacionales, provinciales y municipales.
Jorge H. Barzola
Lic. En Economía
Consultor y Asesor de Empresas
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